Hoy 23 de agosto a
partir de las 10 de la mañana, comienza el juicio por la desaparición de
Ricardo Cittadini (17 de agosto de 1976). Los imputados son dos ex policías de
la Federal. La familia Cittadini espera poder avanzar con los demás policías que
no están imputados, se encuentran expectantes y esperan conseguir “un poco de
justicia”.
En declaraciones a Desaparecidos
Santa Cruz, Eduardo, hermano de
Ricardo, contó que se prepara para el inicio del juicio sintiendo “una mezcla
de ansiedad y expectativas de llegar a
un poco de justicia; a una justicia parcial, incluso simbólica, que llega con
40 años de demora por eso no es una justicia plena”.
Al juicio llegan solamente dos imputados: el comisario
Viollaz y Nicomedes Mercado. Sin embargo, no llegan como imputados quienes
intercambiaron la guardia la noche de la desaparición de Ricardo en la comisaria,
Pablo Eduardo Romanow y Esteban Alberto Vilella Paz. Sobre esto, Eduardo agregó
que “por algún criterio del juez estos otros dos no llegan imputados y los que
llegan, llegan por secuestros y no por torturas, cuando los elementos que
tenemos se basan en la declaración de Camino Gallo que fue secuestrado y
torturado junto con Ricardo. Sin embargo el juez tomó el criterio de
procesarlos solo por secuestros y no por tormentos”.
También comentó que “la expectativa es que podamos avanzar
sobre otros responsables y el resto de los delitos, además de esperar que salga
al a luz algo más”, agregó que “la máxima -casi utópica- expectativa de mi
vieja es poder encontrar los restos de Ricardo” aseguró Eduardo, aunque en
estos días ven muy pocas posibilidades de que esto ocurra.
VER POR PRIMERA VEZ A
LOS RESPONSABLES
En el año 2007, Eduardo escribió el libro “¡No saben lo que
me piden!” (frase que utilizó Ricardo el día que sus padres le pidieron que
dejara la militancia) con el fin de ordenar y organizar información que tenia
sobre la historia de su hermano y sobre la causa. En el mismo, cuenta que consiguió
los teléfonos de quienes la noche del 17 de agosto detuvieron a su hermano y
hoy están imputados: “con los dos hablé por teléfono. Con Nicomedes Mercado lo
hice tres veces, con Viollaz dos y con Romanow una vez. Incluso con Mercado
intenté juntarme una vez que estaba en Buenos Aires y él no quiso, es decir que
a ellos en persona no los conozco” y agregó “Mi mamá preguntó si iban a estar
los imputados presentes. Dijo que ojalá que estén, porque realmente quiere
decirles algo a la cara”.
LA CAUSA
La causa fue reabierta en el año 2005 después de la caída de
las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que hicieron que se hayan
congelado todas las causas y que muchas familias, como los Cittadini,
decidieran “bajar los brazos” como refirió Eduardo.
En el año 2005 el abogado Pablo Llonto -quien representa a
la familia Citadini en este caso desde el año 1984- retomó la causa mientras
esta iban pasando por diferentes jueces “con el juez Lijo no se movió casi nada,
luego con Rafecas se movió despacito, en el 2013 Rafecas toma la decisión de
indagarlos y procesarlos” lo cual fue un avance muy grande que lleva a que en
el día de hoy los imputados deban sentarse en el banquillo.
FAMILIA CITTADINI
Luego de 40 años de la desaparición de Ricardo y por primera
vez en su vida, Catalina la madre de Ricardo, declarará ante un juez: “mi vieja,
que tiene 91 años, lo está tomando muy bien. En el 2005 cuando retomamos la investigación
no sabíamos con que nos íbamos a encontrar porque no sabíamos nada de la
militancia de Ricardo, hasta donde se había metido o no. Lo hablamos en familia,
hasta dónde queríamos escarbar, porque podían haber cosas que nos gusten y
otras que quizás no, pero hubo consenso generalizado y decidimos hacerlo. Ahora
mi vieja tiene la oportunidad de declarar y también la responsabilidad. Lo
tomamos como un derecho de justicia y la obligación de buscar justicia en representación
de la sociedad. También por la situación que vivimos, en un contexto actual
donde se le está dando la domiciliaria a Etchecolatz, un símbolo de la carnicería
humana. Hoy es fundamental más que nunca dar esta pelea”.
Por Ricardo Villagra
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